El elefante Juan Carlos y la pulga Mariano

Ahora resulta que el actual Gobierno español no tenía ni idea no ya de que el rey estaba cazando elefantes en África, sino tan siquiera de que no estuviera en España. Lo confirmó a la televisión pública el pobre Carlos Floriano, vicesecretario general del PP, cuando reconoció que el Gobierno se enteró de dónde estaba Juan Carlos "cuando tuvo el accidente"; pues sí, solo hubiera faltado que tampoco entonces lo supieran, je.

Todavía hay´más. Dice EL PAÍS hoy que en ocasiones anteriores, "otros presidentes del Gobierno" habían logrado disuadir al rey de efectuar determinados "viajes privados". De donde se deduce que los "anteriores presidentes" sí tenían al menos información de adónde iba el monarca español aunque fuera en "visita privada", y no como Mariano Rajoy, al que ni siquiera le dijo Juan Carlos que se largaba a cazar elefantes a Botswana. En mi pueblo a eso lo llaman ningunear a alguien, considerarlo menos que a una pulga sobre el lomo de un paquidermo.

El mosqueo de Rajoy debe ser de órdago. ¿Se imaginan? Estaría bueno que una de las consecuencias de esta crisis de Estado -porque no otra cosa es lo que estamos viviendo tras la accidentada cacería real-, fuera que el PP con Rajoy a la cabeza, se hicieran republicanos por puro despecho. 

En fin, que por una vez y sin que sirva de precedente me apunto a la recomendación que hizo ayer Tomás Gómez, el dirigente socialista madrileño: si tanto le gusta a Su Majestad dedicarse a a la caza mayor (sea esta de trofeos de dos o de cuatro patas, que según las malas lenguas son opciones que le apasionan por igual), debería abdicar de inmediato y así podría dedicar todo su tiempo a tan placenteras actividades en lugar de cargar con la fatigosa agenda de un jefe de Estado ejerciente. Ejerciente y responsable, añadiría yo, dos cualidades de las que los borbones se deshacen en cuantos llegan a viejos; a la Historia me remito. 

En la imagen que ilustra el post, el rey de España posa en una fotografía de 2006 acompañado de otro cazador ante un elefante abatido a tiros. Juan Carlos de Borbón es presidente honorario del fondo para la protección de elefantes de ADENA-WWF.