lunes, 31 de diciembre de 2012

La extraña pareja les desea feliz 2013



¿Han visto la cara de miedo del tipo con casco? Algo me dice que 2013 va a ser un buen año para todos los demás, incluida la chica a la que intenta sujetar.

Fotografía tomada durante la manifestación del 25 de septiembre pasado en Madrid.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Pere Casaldàliga, la globalización alternativa


En la selva de Brasil agoniza un anciano enfermo por el que nadie mueve un dedo. En realidad hay mucha gente que tiene ganas de verlo muerto, y algunos hay incluso que parecen dispuestos a acelerar su salida de este mundo por el expeditivo procedimiento de pegarle dos tiros.

El hombre se llama Pere Casaldàliga, y fue obispo de la diócesis de Sao Félix de Araguaia hasta que la Santa Madre Iglesia decidió que el viejo ya le había tocado bastante los bemoles a ella y a sus cómplices brasileños, los terratenientes, madereros, constructores de autopistas, policías corruptos y otros cazadores de indios y fabricantes de cadáveres de pobres al por mayor. Un artículo del 24 de diciembre, jornada en la que se conmemora el día del presunto nacimiento de Jesús de Nazareth, publicado en la edición catalana de EL PAÍS por el teólogo Juan José Tamayo, nos da noticia de que Casaldàliga sigue vivo, y de que a sus ochenta y muchos años y enfermo de Parkinson avanzado como está ha debido huir de su humilde retiro en el Mato Grosso para salvar la vida. 

Dice Juan José Tamayo que Casaldàliga es "un ejemplo de globalización alternativa, de la esperanza, desde abajo". Durante décadas este hijo de campesinos catalanes ha luchado por la pura supervivencia de aquellos cuya compañía prefería Jesús antes que la de los ricos. En tiempos de Pablo VI y los inicios de la Teología de la Liberación, Pere Casaldàliga gozó de cierta protección vaticana. Con los sucesores del papa Montini se abrió la veda de curas y religiosos "rojos"; la cacería, bendecida por el Vaticano, no ha cesado desde entonces. A Casaldàliga en concreto le han intentado matar varias veces, perseguido desde siempre según Tamayo por "todos los poderes confabulados, militares, terratenientes y políticos protectores de los latifundistas, incluido el Vaticano".

El caso es que parece que tienen prisa para que este pagés de apellido y perfil aristocrático desaparezca. Al parecer, ni siquiera quieren esperar a que la muerte se lo lleve de modo natural, lo que no debería tardar mucho en suceder. Y así, abandonado por todos, olvidado por todos salvo por sus indios y sus pobres amazónicos, este catalán universal agoniza oculto en el agujero en la selva al que le han trasladado recientemente para evitar que lo rematen. ¿Dónde infiernos está el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, que permite que uno de los hijos más preclaros de este país tenga un final tan triste?.

Claro que el actual Gobierno catalán lo forman las mismas gentes con distintos apellidos que a principios de los años ochenta otorgaron la Cruz de Sant Jordi a otro "catalán universal": el general Ramón Camps, jefe de la policía argentina durante la Junta Militar de Videla y descendiente de catalanes (no se molesten en buscar el nombre del carnicero en las listas de poseedores de la distinción, fue cuidadosamente borrado hace años). 

Sabiendo esto resulta comprensible el desapego de la Generalitat hacia el cura Casaldàliga ¿verdad?.

En la fotografía que ilustra el post, el obispo Pere Casaldàliga aparece junto a dos indios xavantes, en una imagen tomada en 2007.
 

jueves, 20 de diciembre de 2012

Felip Puig, el talibán embustero



El juez que instruye la causa por la denuncia de una ciudadana a quien los antidisturbios del Gobierno catalán sacaron un ojo con un pelota de goma, acaba de pedir a la Conselleria de Interior de la Generalitat que le facilite las identidades del escopetero y acompañantes implicados en la acción.
 
Ocurrió en Barcelona el día de la última huelga general, el mismo en que otros policías catalanes la emprendieron a golpes de porra en la cabeza con un niño de 13 años que caminaba tranquilamente junto a su madre por una calle de Tarragona durante la manifestación en esa ciudad.

Y sin embargo, el jefe de los sayones, ese bellaco que atiende por Felip Puig, sigue negando las agresiones. Lo ocurrido en Tarragona fue según él cosas del "rebote de una porra sobre la mochila de un manifestante". También ha negado reiteradamente incluso en comparecencia parlamentaria que ese día se disparara en Barcelona una sola pelota de goma. Ante la aparición de vídeos que prueban exactamente lo contrario, Puig pasó a sostener que en la zona concreta donde fue atacada la mujer no hubo disparos. Debe ser entonces que la ciudadana se sacó ella misma el ojo durante la manifestación, para así poder manchar el buen nombre del cuerpo de los Mossos d'Esquadra y de su jefe político. Ya se sabe que los rojos son capaces de cualquier cosa.

El caso es que el cerco en torno a Felip Puig se estrecha de modo lento pero efectivo, y hace apenas unos días tuvo que ser  "dimitido" al comisario jefe de los antidisturbios catalanes. Resulta que en el informe posterior que confecció sobre la intervención de sus muchachos el día de los hechos, este mando policial omitió el detalle sin importancia de que efectivamente se disparó alguna que otra pelota de goma, aunque según él y su jefe se hizo lejos, muy lejos del ojo de la ciudadana afectada.

Es decir que al verse acorralado Puig, que empezó negándolo todo, intenta fingir ahora que sus subordinados le engañaron, con lo cual suma la cobardía a su condición de mentiroso compulsivo y matón callejero, dejando en la estacada a un empleado que no hizo sino obedecer sus órdenes. Este es el verdadero rostro, la jeta de puro cemento armado, de un politicastro sin escrúpulos a quien el reputado periodista en asuntos judiciales y policiales José Martí Gómez llama con asco evidente "El Talibán".

Porque efectivamente, Felip Puig gasta imagen de fanático independentista, xenófobo y radicalmente antiizquierdista, en reencarnación de los "valores" que defendía su antecesor en el cargo durante los años 30, el eximio fascista Josep Dencàs.  En realidad en todo o en buena parte ese pastiche ideológico del que alardea Felip Puig a la menor oportunidad, es pose e impostura. No creo que Felip Puig tenga más ideología que un mosquito, ni más interés que el crecimiento de su fortuna personal: simplemente representa a las mil maravillas un papel que sabe tiene público en el interior de su partido, CDC, y sobre el que ha construido su carrera política. Hay que reconocer eso sí, que el rol de hiperpolicía dirigiendo escuadras de Robocops automatizados le viene al pelo a este individuo.

Una mujer perdió un ojo cuando hacía uso de su derecho a manifestar su oposición a un Gobierno radical y agresivamente neoliberal, que está destruyendo en Catalunya no ya los servicios públicos sino hasta la misma idea de lo público como garante de los derechos ciudadanos y sociales de las clases trabajadoras y populares. Por otra parte, ese mismo Gobierno se sustenta sobre una ideología que dice pretender la consecución de un Estado propio para el país sobre el que ejerce derecho de pernada. Una contradicción aparente, que en realidad desvela el modelo de Estado al que aspiran los Mas, Puig y compañía: un Estado "privatizado" y autoritario, cuyas funciones se reduzcan al control ideológico y policial de sus súbditos, a mayor gloria y beneficio de los protagonistas de la "sociedad civil" catalana: esa gran burguesía responsable del saqueo del país, de Banca Catalana al caso Palau.

Contra todo eso, la pelota de goma que vació el ojo de la ciudadana que protestaba contra este estado de cosas ha de golpear finalmente en la jeta del Talibán hasta echar de la vida pública a este sinvergüenza trepador y nepotista, que esta convirtiendo a los Mossos d'Esquadra en  una fuerza de pretorianos "squadristi"  más propia de un Estado fascista como el descrito por George Orwell en 1984 que del Estado democrático y europeo que él y sus correligionarios dicen querer construir en Catalunya.   

En la fotografía que ilustra el post, Felip Puig, responsable del (des)orden público en Catalunya, exhibe una porra durante un acto público de la coalición CiU.

lunes, 17 de diciembre de 2012

De Guillena a Newtown



Hoy pensaba dedicar un post a analizar la matanza de escolares y maestras en una pequeña ciudad del Estado norteamericano de Connecticut, pero se me ha cruzado por en medio una noticia aparecida en EL PAIS de ayer, domingo. Resulta que en una población de Sevilla, de nombre Guillena, han vuelto por fin a casa -en realidad, al cementerio del pueblo- 17 mujeres de esa localidad andaluza que fueron asesinadas por los "Salvadores de España" hace tres cuartos de siglo.

La noticia de EL PAIS se titula "17 rosas vuelven a casa con dignidad".  Esas 17 mujeres, que tenían entre 24 y 70 años cuando murieron, fueron asesinadas a tiros en noviembre de 1937 por falangistas y guardias civiles por no querer delatar a sus maridos y otros familiares huidos. Se las llevaron en un camión y luego de asesinarlas en Gerena, un pueblo vecino, arrojaron sus cuerpos en una fosa común donde han permanecido hasta que sus descendientes han logrado rescatar los despojos y trasladarlos al cementerio de Guillena. El rescate ha sido posible porque un testigo,  que  siendo niño presenció la matanza encaramado en un olivo, habló por fin, cuando ya es un anciano y nada tiene que perder.

Imaginen ustedes. Han tenido que pasar 75 años para que los descendientes de esas 17 mujeres, hijos e hijas que se están muriendo de viejos, puedan recoger los huesos de sus madres y darles sepultura cada cual conforme a sus creencias. Eran madres, hermanas, novias... que no quisieron delatar a sus hombres. Las asesinaron por ese delito quienes decían traer "un nuevo amanecer para España", los falangistas, y quienes decían ser los garantes del "orden público", los guardias civiles; unos y otros en realidad alimañas dañinas, como demostraron en este y en tantos otros sucesos semejantes ocurridos a lo largo y ancho de la geografía española en esos años terribles.

Loa asesinos ya están muertos, obviamente: el paso del tiempo no perdona a nadie. Sin embargo sus descendientes siguen pisando las mismas calles que pisan los hijos y nietos de sus víctimas, y siguen sin duda disfrutando de cuanto aquellas bestias consiguieron a través de sus actos criminales, y no me refiero solo a bienes económicos robados. Verdad, justicia y reparación, son los únicos lenitivos posibles para tanto dolor y tanta injusticia, ciertamente. Pero alguien debería ir un poco más allá, y empezar a pedir cuentas de verdad, con nombres, apellidos y fotografías: hay que conocer las caras de esas fieras, como conocemos por ejemplo la filiación y los rostros de los verdugos del régimen nazi alemán. 

Casi al mismo tiempo del rescate llevado a cabo en Guillena, se produce una matanza en una escuela primaria estadounidense. Han sido 27 personas las que han perdido la vida, de ellas 20 niños de 6 y 7 años.  Han muerto porque un imbécil quiso gritarle al mundo su miedo y su vacío, y a la vez ejercer ese siniestro derecho que garantiza la Segunda Enmienda (¿en mierda?) de la Constitución de los EEUU de Norteamerica: el derecho a portar armas y a usarlas "en legítima defensa". El tarado mental que ha firmado la matanza entendió que se estaba defendiendo legítimamente del mundo, y que por tanto tenía derecho a fulminar cuanto respirara a su lado, comenzando por su propia madre, quien le había inoculado desde niño esas ideas y la manera de llevarlas a cabo mediante el "amor a las armas" y las prácticas de tiro realizadas mediante el arsenal que la Gorgona atesoraba en casa, del que por un extraño acto de justicia fue la primera y de algún modo merecida víctima.

La matanza de Newtown ha aparecido en todos los medios españoles singularmente los audiovisuales, con un despliegue informativo apabullante. Son cosas que pasan en EEUU, nos dicen, aquí eso no sucederá jamás. Hay quien apela a la psicología del Lejano Oeste como justificación, otros recuerdan que desde 1968 en EEUU han muerto a tiros casi medio millón de personas. Claro que todos esos muertos están enterrados con honores familiares, sus asesinos ejecutados o en prisión, sus bienes embargados y su memoria maldita para el conjunto de la sociedad estadounidense.

De Guillena en cambio no ha habido noticia, desde luego no en los medios públicos de titularidad estatal. Es una vergüenza. Y el caso es que la noticia tiene hasta su morbo, un gancho que haría relamerse a las televisiones españolas en otros casos: 17 mujeres vejadas, ultrajadas, peladas, golpeadas y finalmente muertas a tiros; un reality como ninguno, pero ni por esas. No interesa. En realidad, para quienes manejan la cosa esos muertos están bien muertos. Sino lo creen pregúntenle al suegro del actual ministro de Justicia español, sin ir más lejos.

Más de cien mil muertos de hace setenta y cinco años siguen esperando en las cunetas de toda España a que permitan su rescate. Cuando los restos de 17 vuelven a casa, las televisiones de la España Una, Grande y Libre no tienen tiempo para ellos ni para sus historias, terribles historias: las teles andan todas en Newtown, Connecticut, EEUU, muy ocupadas corriendo como galgas tras el notición mundial de este fin de año.

Hay muertos de primera y otros de segunda, ya ven. Y muertos a los que hubo que matar para salvar a España y de paso, hacerse con una fortuna personal. Eso lo sabe mejor que nadie el camarada Utrera Molina, último jefe del extinguido Movimiento Nacional franquista y suegro de Alberto Ruiz Gallardón, actual ministro de Justicia y por tanto máximo responsable de la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica.

En la fotografía que ilustra el post, familiares y vecinos transportan al cementerio local los restos de las 17 Rosas de Guillena.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Industrias del entretenimiento y revisionismo histórico en Catalunya


Leo hoy en EL PAIS una amplia información acerca del inminente estreno de una película, otra más, que usa la Guerra de España como telón de fondo para planteamientos que nada tienen que ver con la presentación honesta de aquel acontecimiento. Y es que el cine contemporáneo va a lo suyo, que es hacer taquilla sin reparar en medios y de paso, sembrar toda la ideología reaccionaria posible.

El guión es obra de un joven autor de best sellers muy conocido en Catalunya, metido ahora como digo en el papel de guionista cinematográfico. El tipo comienza explicando que la acción del film transcurre en una masía de la comarca de Matarranya, en Teruel, y que está hablada íntegramente en "aragonés oriental". Lo cual no deja de sorprender al lector avisado, porque el el tal literato es catalán y a tenor de sus libros publicados, muy pero que muy catalanista. Sin embargo, por lo visto el hombre acaba de descubrir que el dialecto catalán que se habla en las comarcas aragonesas de la Franja es aragonés "oriental", apuntándose de ese modo a las reaccionarias y ultraespañolistas tesis, por llamarlas de algún modo, que imponen el Partido Popular aragonés y sus socios en el Gobierno autonómico del país, los "regionalistas"  del PAR.   

Según parece la película mezcla elementos reales y mágicos, aunque como el presupuesto disponible fue más bien bajo según explica su director,  un ciudadano nacido en Hospitalet del Llobregat, carece de efectos especiales. Loados sean Dios y el productor, que para efectos especiales ya tenemos el cine-basura norteamericano inundando las salas de proyección del mundo.

El caso es que el nudo de la película según cuentan en EL PAÍS estos caballeros, guionista y director, va de un joven payés heredero de la masía que se ve envuelto a su pesar en la guerra, a pesar de su distancia de los bandos contendientes. Un "equidistante" en una guerra de clases, ya ven. Por supuesto  la "equidistancia" no es tal, pues a renglón seguido el guionista comenta que "esta debe ser la primera película sobre la Guerra Civil en la que los anarquistas son los malos". Un innovador, el best-sellero. Para subrayar más si cabe esa maldad, el personaje que hace de jefe anarquista (desde las películas de indios del cine mudo los malos siempre tienen un "jefe" que concite el odio del espectador, ya saben), se llama o le llaman Lo Coixo (El Cojo, en "aragonés oriental"). Parece que Lo Coixo es un anarquista malo con ganas, aunque hay un detalle en él francamente desconcertante: el tipo gasta gorra a lo Lenin, con una estrella roja prendida en ella. Un mínimo de cultura histórica nos dice que la estrella roja de cinco puntas es un símbolo usado por organizaciones de raíz marxista, es decir por socialistas y comunistas, y nunca por los anarquistas, quienes desde siempre han tenido su propia simbología. Pero esto debe parecerle al novelista-guionista un detalle sin importancia, a no ser que haya pretendido resumir en Lo Coixo toda la maldad roja en un solo personaje.

Lo cierto es que la basura ideológica revisionista o trivializadora según casos que se está expandiendo por Catalunya en los últimos tiempos, alcanza con mucho más allá de las pretensiones de un film menor com el comentado. Ya he dedicado algún post al revisionismo histórico que las instancias burguesas catalanas están impulsando desde los aparatos de influencia ideológica que controlan, como modo de deslegitimar a las izquierdas del país. En ese sentido, el ajuste de cuentas libresco y audiovisual con el anarquismo y sus líderes comienza a adquirir un volumen ciertamente notable. La monumental historia del anarquismo español publicada hace año y pico, poco antes de la muerte de su autor, Josep Termes, constituye un verdadero hito pero no es ni mucho menos un esfuerzo aislado.

En definitiva, se trata de presentar el conflicto de 1936 a 1939 como algo cuyo origen y desarrollo concernió solo a "los españoles" y en el que los catalanes sufrieron las consecuencias sin comerlo ni beberlo. Esto es radicalmente falso desde el punto de vista histórico, pues aquel choque fue en realidad una guerra de clases generalizada, que en Catalunya adquirió proporciones probablemente superiores a otras partes de España en la medida en que la gran y mediana burguesía catalanas apostaron netamente por el triunfo de los militares rebeldes, a quienes financiaron su guerra, y la pequeña burguesía urbana y campesina, que les acogió finalmente casi como a liberadores. Una frase típica de la burguesía barcelonesa de postguerra define claramente esa estrecha colaboración: "los militares españoles son unos hijos de puta, pero han metido en cintura a los obreros".   La prosperidad burguesa catalana de los años cuarenta en adelante se cimentó en ese presupuesto colaboracionista. 

Sin embargo, en Catalunya los miedos y terrores hacia la izquierda en general y singularmente hacia el anarquismo no vienen tanto de la gran burguesía como de los pequeños burgueses, la masa que en los años de la República votaba a ERC y ahora lo hace mayoritariamente por CiU. De qué pasta acomodaticia e hipócrita esta hecha esa gente lo explica claramente la revolucionaria británica Mary Low en su libro de recuerdos "Cuaderno rojo de Barcelona", cuando al narrar el entierro de Durruti (noviembre de 1936) dice que este fue la primera ocasión desde la Revolución de julio en la que los políticos y la "sociedad civil" burgueses catalanes salieron a la calle. En aquella ocasión portaban  coronas de flores con las siglas de ERC en honor del líder libertario caído; Mary Low escribió entonces que si Durruti hubiera levantado la cabeza en ese momento "hubiera pedido una ametralladora, y no hubiera dejado uno vivo".

Como ven, el cariño es mutuo. Solo que ahora la burguesía catalana se lo están cobrando a base de fomentar el revisionismo.

En la imagen que ilustra el post, cartel electoral de la coalición de derechas catalana enfrentada al Front d'Esquerres (Frente Popular en Catalunya), en las eleccciones de febrero de 1936.

martes, 11 de diciembre de 2012

La revolución egipcia continúa su marcha imparable


El gobierno "democrático" de los islamistas egipcios toca a su fin. Los sectores laicos del país, fundamentalmente las mujeres y los jóvenes pero también los intelectuales y las minorías como los cristianos, han reactivado la protesta en la calle contra el proceso de "islamización por decreto" que supone el proyecto de Constitución impuesto desde el Parlamento dominado por los Hermanos Musulmanes,

Tras el derrocamiento de la dictadura de Mubarak, el choque a cara de perro entre islamistas y laicos era inevitable y viene a inaugurar una nueva fase del proceso revolucionario, acelerando las contradicciones internas en el confuso bloque de poder egipcio. El presidente Mursi ha intentado ofrecer un rostro amable y comprensivo del islamismo político, pero su intento ha sido vano porque su propuesta carece de credibilidad tanto en su bando, que exije la islamización total de la política y la sociedad, como entre sus contrarios, el amplio y diverso movimiento laico, que no está dispuestos a permitir esa imposición.

Ocurre que por paradójico que parezca, los islamistas egipcios son por ahora la garantía de freno a la penetración en el país de los sectores más fanatizados y relacionados con lo que de un modo muy inexacto se sigue llamando organización Al Qaeda. Si los islamistas son desalojados del poder en Egipto, los fanáticos religiosos locales serán inagotable carne de cañón para el terrorismo islamista y los intereses que tras él se esconden.  La apuesta del pueblo egipcio no idiotizado por las creencias religiosas es fuerte, y no tengo muy claro que sean plenamente conscientes de lo que sucederá tras la caída del Gobierno presidido por Mursi.

El Ejército mientras tanto, juega a fondo el papel mercenario que es el propio de ese tipo de instituciones en cualquier clase de régimen político, sirviendo a sus nuevos amos islamistas con el mismo fervor conque sirvió al régimen de Mubarak. Mientras Mursi mantenga engrasados los mecanismos habituales para sostener ese tipo de fidelidades, léase sobornos y soldadas abonados puntualmente, los generales y los chusqueros bajo su mando matarán por su causa, siempre que el dominio islamista no amenace con irse al diablo bajo el empuje de sus enemigos.

Unos y otros, islamistas y militares, ignoran que toda Revolución tiene sus etapas, y que por ahora la egipcia las va siguiendo de modo inexorable. Ciertamente, el horizonte es sombrío en la medida en que la reacción no permitirá fácilmente que el poder pase a los sectores más avanzados de la sociedad, consecuencia y culminación del proceso que está viviendo el país. Peor para ellos, en todo caso. Ahora toca extirpar el régimen religioso de Egipto antes de que este llegue a consolidarse, y parece que los egipcios han comenzado la cirugía.

Egipto es el faro de la auténtica Revolución árabe. La de verdad, la que derrocará a sátrapas e incendiará mezquitas, hasta conseguir liberar a las sociedades árabes y musulmanas de sus cadenas milenarias, que como digo empiezan a ser quebradas por pueblos hartos de vivir en la esclavitud y sumergidos en mentiras.

En la imagen que ilustra el post, una reciente manifestación de fuerzas laicas contra el régimen islamista egipcio, convocada por organizaciones como Al Dustur, Egipcios Libres, Al Wafd, la Corriente Popular y la Alianza Popular Socialista.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La caída del Tiranoempresaurio Rex


La detención de Gerardo Díaz Ferrán, ex presidente de la CEOE, la gran patronal española, se ha convertido por mérito propio en portada de los medios españoles. El antiguo Capo di Capi, implacable fustigador de los trabajadores asalariados, se nos está desvelando en estas horas como un canalla capaz no solo de robar a manos llenas sino de hacerlo de un modo compulsivo y sin  límite alguno, de modo que lo suyo más que codicia capitalista parece una enfermedad mental.

Su frase más célebre demuestra su desprecio hacia los trabajadores: "Para salir de la crisis hay que trabajar más y cobrar menos". El mientras tanto, blanqueaba y evadía a Suiza al menos 50 millones de euros, producto del saqueo de las empresas que dirigía: Aerolíneas Argentinas, Air Comet, Viajes Marsans y Seguros Mercurio, entre otras. 

El modus operandi de este sinvergüenza no es nada original ya que se halla muy extendido entre los "empresaurios" españoles, como los ha calificado con agudeza un buen amigo mío: las empresas de Díaz Ferrán simplemente dejaban de pagar a trabajadores y acreedores y eran traspasadas a un fulano llamado del Cabo, un antiguo fontanero que en Valencia es conocido como "El Enterrador", pues su especialidad es comprar empresas presuntamente en crisis y desguazarlas en porciones, ocultando los activos existentes en beneficio del antiguo empresario.     

La desfachatez del delincuente Díaz Ferrán ha tenido momentos sublimes. Cuando se produjo la quiebra de Air Comet y se suspendieron todas sus operaciones, la aerolínea siguió vendiendo billetes de vuelos transantlánticos hasta estafar de ese modo a 25.000 personas, la mayoría humildes inmigrantes latinoamericanos en España que regresaban a su tierra de vacaciones o por asuntos familiares después de años de sacrificios. Entonces Díaz Ferrán dijo en rueda de prensa ante las cámaras de televisión que él, vista la situación generada, "no habría comprado billete en esa compañía".  De Air Comet, Díaz Ferrán y compinches se llevaron al menos noventa y nueve millones de euros solo del importe de impuesto de sociedades no abonado. 

Más escandaloso si cabe es el caso de Aerolíneas Argentinas, que en 2001 era propiedad del ente público español SEPI. Por orden de José MAría Aznar, a la sazón presidente del Gobierno español, la antigua aerolínea de bandera argentina fue privatizada y vendida a Díaz Ferrán por un dólar, aprobándose a continuación una subvención del Estado español a la compañía por valor de  setecientos cincuenta millones de dólares, unos quinientos millones y pico de euros de entonces. En total la privatización le costó dos mil millones de euros a las arcas del Estado español, saqueo por el que Aznar no ha respondido nunca a pesar de que desde 2010 se está investigando judicialmente por este caso a los directivos de SEPI de aquella época.

Nada es casualidad. Los vínculos entre Gerardo Díz Ferrán y el Partido Popular (PP) español y José María Aznar en particular vienen de lejos. El propietario de Viajes Marsans fue financiador de la carrera política de Aznar cuando éste era un desconocido, y la relación entre ambos se mantuvo prácticamente hasta que comenzaron los problemas legales para el ex Rey de los Empresarios españoles, durante el Gobierno Zapatero.  Entonces Díaz Ferrán maniobró para acercarse a estrellas emergentes del PP como Esperanza Aguirre, cuya Fundación FUNDESCAM  -una tapadera que financia la carrera de la ex presidenta madrileña- ha recibido sustanciosas aportaciones económicas del Tiranoempresaurio Rex caído. En los últimos tiempos,  el PP habría recibido como partido un "donativo" legal suyo por valor de un cuarto de millón de euros.

Comienza a aflorar el patrimonio del que pronto será, no lo duden, insolvente empresario: dos apartamentos en Central Park de Nueva York, un yate de 27 metros de largo, casas, pisos y apartamentos repartidos por la geografía española del lujo, naves industriales en las que ocultaba decenas de coches de "alta gama", otra nave a la que había trasladado en las últimas horas un centenar de trofeos de caza (cabezas de leones y de tigres, colmillos de elefantes...), cuentas en Suiza per decenas o centenares de millones de euros... Gerardo Díaz Ferrán, ese ejemplo de empresarios españoles, su líder bienamado durante años, es ahora un Ángel Caído por voluntad de un Gobierno, el de Rajoy, que busca desesperadamente dar imagen de lucha contra la delincuencia económica de cuello blanco, cuando cada día son más las voces que le acusan de que su tarea es precisamente protegerla desde el Gobierno mediante leyes facilitadoras del saqueo empresarial y legalizadoras del fraude fiscal.

Y sino lo creen fíjense qué casualidad, qué inesperada coincidencia: Díaz Ferrán es detenido el mismo día en que el ministro de Hacienda reconocía ante los micrófonos que el plan de anmistía fiscal para evasores ha fracasado, ya que no se ha regularizado ni siquiera la mitad de los capitales previstos.

La cabeza cortada de Díaz Ferrán no deja de ser una cortina de humo, un ardid para intentar hacernos creer que ellos, el PP y su Gobierno, no tienen parte alguna de responsabilidad en esta España del capitalismo corrupto hasta la médula. Y sin embargo, fue precisamente en la época del Gobierno Aznar cuando se dio le cobertura ideológica a su existencia y se pusieron las bases "legales"  que han facilitado su monstruoso crecimiento y expansión.

En la fotografía que ilustra el post, Gerardo Díaz Ferrán en su época de presidente de la organización empresarial española CEOE.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Iberia estrellada


Recibo una carta circular del presidente de Iberia en la que se avisa del "serio peligro" de desaparición que corre la antaño aerolínea de bandera española. No me extraña nada que corra ese riesgo, ya que se lo han ganado a pulso entre todos: desde el Gobierno español -propietario en otros tiempos de la empresa, a la que troceó y malvendió o regaló, según se mire-, los directivos que llevan años gestionándola con el culo especialmente a partir de la privatización de esta, y los mismos empleados como es el caso de esos pilotos -militares, por supuesto-  que siguen percibiendo sueldos estratosféricos cuando la compañía hace tiempo que se fue al diablo.  Hay que ir a Alitalia para encontrar un despropósito semejante.

Recuerdo que mi primer vuelo fue en Iberia, un puente aéreo Madrid-Barcelona. Un viaje iniciático, que me dejó sin aliento al aterrizar en el Prat cincuenta minutos después de haber despegado de Madrid, cuando el viaje en tren a la capital una semana antes había durado ocho horas. En aquellos tiempos la gente viajaba en avión con traje y corbata, y yo con mis tejanos y mis zapatillas deportivas me sentí casi como un intruso que se hubiera colado en un palacio.

Luego vino la democratización de los viajes, y sobre todo de los vuelos. Fue en la época de los gobiernos de Felipe González, en aquellos añorados años ochenta. Iberia tenía un prestigio internacional y se había vuelto asequible para la mayoría de los españoles. Después, a finales de los noventa y ya en el nuevo siglo, la privatización parcial de la compañía y la maximización de beneficios al coste no económico que fuera, convirtió a Iberia en una caricatura de sí misma.  El remate llegó cuando el mamarracho de José María Aznar se comprometió con Tony Blair a regalar Iberia a British Airways, lo que sorprendentemente ejecutó el pusilánime de Zapatero cuando le llegó la vez de gobernar o lo que fuera que hiciera desde la Moncloa.

Ahora los sindicatos de Iberia denuncian que British Airways blanquea sus ruinosas cuentas de resultados traspasando a ellas activos de Iberia como si fueran "beneficios" obtenidos por la compañía de bandera británica. Es decir, estamos ante un saqueo en toda regla según el burdo modelo implantado por  Díaz Ferran, el "amiguito del alma" a quien Aznar regalara Aerolíneas Argentinas por un euro, un tipo que intentó hacer almoneda hasta del mobiliario de oficina de la compañía argentina.

Antes de eso llegó la decadencia irremediable de Iberia, seguramente buscada a conciencia porque tanta incompetencia en la gestión por parte de ejecutivos que pavonean de másters anglosajones no puede ser cierta. O sí, y además de unos estafadores son todos una partida de inútiles, como la mayoría de sus congéneres de la empresa o las finanzas en este país que algunos llaman Estado. Imaginen ustedes por ejemplo, que los puntos acumulados en una vuelta al mundo realizada en aviones de Iberia y de la alianza de compañías de la que forma parte, ni siquiera me permitieron hacer gratis un trajecto de ida Barcelona-Madrid. Con semejante nivel de servicio, somos muchos los que huimos de Iberia como de las compañías de vuelos-basura. Les aseguro que no hay ruta internacional cubierta por Iberia que no se pueda hacer en Air France o Lufthansa, compañías en las que se obtiene mayor eficiencia y comodidad y un mejor trato humano que en esta especie de Easy"Jeta" con los colores borbónicos en el lomo de sus aeronaves en que se ha convertido Iberia.  

Una anécdota relativa a ese viaje de vuelta al mundo al que me refería antes, que hice en 2007. El primer vuelo fue un Barcelona-Madrid, cuya duración aproximada es de cincuenta minutos, en el que el avión despegó con tres cuartos de hora de retraso. El penúltimo vuelo del viaje fue un Hong Kong-Amsterdam que dura once horas y media, en el que el avión llegó a Schipol con un retraso de... cinco minutos.

¿Se entiende el por qué Iberia se ha estrellado?.

En la fotografía que ilustra el post, típicas colas ante un mostrador de "atención al cliente" de Iberia.