jueves, 29 de agosto de 2013

De social-catalanistas y de pijas suburbiales


Mientras el espacio político, social y electoral de los socialistas se achica a velocidad de vértigo quienes mangonean el partido y lo "orientan" desde el entorno próximo siguen a lo suyo, que es meter hachazos a diario en la línea de flotación de un buque que hace aguas por todas partes. Una manera de resolver problemas muy semejante por otra parte a la que aplica el Gobierno del PP, cuando por ejemplo hace leyes que para combatir el desempleo (o eso dicen) facilitan todo lo posible el despido de los trabajadores.

En Catalunya, un puñado de burgueses nacionalistas más rancios que un queso manchego fabricado en tiempos de Don Quijote y  consumido hoy siguen escrupulosamente su plan para dinamitar el PSC desde dentro, a la espera de que CiU les agradezca los servicios prestados y les haga sitio en sus listas o les ponga un chiringuito personal en instituciones subvencionadas con dinero público, como las "culturales" que organizan/manipulan la agitación social en el país a cuenta del famoso "derecho a decidir". Ahí está un "histórico" (así se define él mismo; otros lo somos mucho más que él y sin haber percibido nunca un euro durante nuestra militancia) llamado Joaquim Nadal, que ya ha conseguido acomodo en uno de esos pesebres independentistas, organizado en este caso por el alcalde CiU de Girona, "soberanista" furibundo él y más de derechas que Don Pelayo, aunque quizá no tanto como el alcalde "socialista" de Lleida, Àngel Ros, cuyos rebuznos de católico ultramontano y xenófobo le situarían en la pura extrema derecha española de no ser por su ardiente identificación con el "derecho a decidir" y otras memeces patrioteras por el estilo.

Como estos dos pájaros hay unos cuantos más en el PSC, que tampoco son muchos pero hacen todo el ruido posible. Desde la dirección del partido, o mejor dicho la panda de aficionados que teóricamente manejan lo que queda de él, se les invita a irse día sí día también porque no se atreven a echarles a patadas en el culo, que es lo que merecen los rastreros pesebristas del llamado por la prensa "sector crítico" (otra humorada mediática calificarlos como tales; cuando copaban cargos institucionales no eran nada críticos, ni permitían discrepancias de su "catalanismo", que según ellos y por muchos años ha sido la columna vertebral del partido). ¿Irse ellos? ¿para qué, si no se atreven a echarlos? Mejor ir saliendo de uno en uno como vienen haciendo desde hace meses, que así se hace más daño y se facilita un más eficaz bombardeo mediático, y además se puede abandonar el partido (y la nómina) tras negociar un nuevo pesebre en los verdes pastos "catalanistas", no vaya a ser cosa que en grupo no quieran recibirlos en CiU.

En el PSOE las cosas no están mucho mejor. La SER ha compuesto hoy una inefable encuesta "no científica" entre supuestos votantes socialistas, según la cual estos están suspirando por una "renovación" del partido que lo ponga de una vez en manos de... Carmen Chacón o Eduardo Madina. Pues si esto es la renovación, que Santa Lucía les conserve la vista a esos hipotéticos votantes. A lo que parece, la cadena radiofónica PRISA se pasa ya con armas y bagajes al bando de quienes auspician una rápida salida de Rubalcaba de la secretaría general, y su substitución por un joven/viejo tan abrasado como Chacón o tan irrelevante como Madina. ¡Viva la renovación!.

El notición del día es sin embargo, la marcha por un año de la Chaconcita (como la llama Manuela de Madre) a EEUU en calidad de presunta profesora en (no "de") una universidad de Miami. Leyendo en El País de hoy cúales serán las funciones "docentes" que ostentará esta pija comida por los complejos motivados por su origen proletario, no cuesta nada darse cuenta de que solo pretende hacerse un curriculum que la dote de un aura de preparación intelectual de la que a todas luces carece, al modo en que Aznar, otro desclasado podrido de complejos, pagó para que le contraran en la Universidad de Georgetown; son personas a las que pesan sus carencias intelectuales, carentes de formación real y de preparación para dirigir nada. 

Lo más triste del caso es que en el colmo de la soberbia, doña Carmen Chacón anunciaba esta mañana que cuando vuelva dentro de un año "renovará" el PSOE. ¿Y quién leches se ha creído esta individua ser, para que hayamos de esperarla como el maná que vendrá del Cielo a sanar los problemas de la izquierda en España?. Todos los mediocres se creen imprescindibles, ya saben.

Espero que a la señora Chacón se la queden muchos años en la Universidad de Miami. Siempre necesitarán alguien que cambie los rollos de papel higiénico en los lavabos; nadie como una tonta orgullosa para hacer esa labor.   

En la imagen que ilustra el post, Carmen Chacón viste perfectamente conjuntada con el color del fondo del escenario durante un mitin. Ventajas de estar casada con un "experto en comunicación", vulgo lavado de cerebro de masas.

 

martes, 27 de agosto de 2013

Siria, los mismos errores y horrores que en Irak

 
 
El ejército de los EEUU del "progresista" Barack Obama está a punto de invadir Siria al frente de una coalición de países europeos y árabes, iniciando una guerra ilegal que no cuenta con el permiso de la ONU. ¿Les suena? Exacto: la misma cagada que cometió George en Irak. Los norteamericanos no aprenden nunca.
 
En realidad las bajadas de pantalones de Obama ante el complejo militar-industrial-financiero y el resto de intereses reaccionarios estadounidenses, son ya asunto rutinario. Ni siquiera se ha atrevido a cerrar Guantánamo, a pesar de que clausurar el escandaloso "chupadero" de seres humanos montado en la base militar yanqui en Cuba era una de las promesas estrella de su programa electoral cuando fue elegido para un primer mandato.
 
Yendo un paso más allá, Obama se apresta ahora a invadir Siria. ¿La excusa? Exactamente la misma que en Irak: el régimen local ha usado armas químicas contra población civil "opositora", argumento que constituye un "déjà vu" que mueve a risa por la torpeza en la repetición. En el caso de Irak, un chiste aparecido entonces en la prensa norteamericana desnudaba el montaje: "Saddam Hussein tiene armas químicas. ¡Si lo sabremos nosotros, que se las vendimos y tenemos las facturas!" exclamaba la caricatura que representaba al presidente George Bush.
 
Estamos por tanto ante la fabricación de una campaña que prepara a la opinión pública occidental y árabe para una acción militar idéntica. Cabe incluso la posibilidad de que realmente se hayan usado armas químicas en los combates entre la "oposición siria" (sea eso lo que sea, y la integre quien la integre) y el ejército y la policía de El Assad. En todo caso, la preparación psicológica de la opinión pública ante el eventual ataque a Siria es tan groseramente idéntica a la previa a la famosa reunión de las Azores  entre Bush, Blair y Aznar, que alguien debería ser llamado al orden por el nulo esfuerzo hecho para crear el marco justificativo de una acción seguramente decidida hace muchos meses, cuya venta pública por tanto se ha podido planificar y desarrollar con tiempo.
 
De hecho, estamos ante la reactivación del plan diseñado en los años noventa por Karl Rove por encargo del complejo militar-industrial-financiero estadounidense (verdadero protagonista del autogolpe de Estado llevado a cabo el 11 de septiembre de 2001),  y ejecutado en su primera fase durante la presidencia de George Bush hijo.  Irak era solo la primera etapa en una campaña militar que debía incluir la ocupación de Irán y Siria, como medio de asegurar la hegemonía estratégica de EEUU en el mundo durante un siglo más mediante la captura de las inmensas reservas de petróleo del Próximo Oriente.
 
En todo caso es obvio que los resultados de la nueva/vieja aventura imperial serán asimimismo idénticos a los obtenidos en Irak: la fragmentación total del país, y su reparto entre facciones sectarias enfrentadas a muerte en un todos contra todos demencial. Divide y vencerás, ya se sabe, aunque como sucedió en Irak llegue un momento en que el aprendiz de brujo ni siquiera pueda controlar a los grupos financiados y armados por él.
 
La destrucción de Siria está programada desde hace años, y activada desde hace meses. Los instigadores se preparan para recoger los frutos de su siniestra tarea, pero para ello han de internarse  en el avispero que han creado; lo lógico es por tanto, que acaben saliendo de allí como de Irak: dejando de nuevo tras de sí una nueva montaña de cadáveres y otro país reducido a escombros.
 
En la imagen que ilustra el post, un grupo de soldados norteamericanos equipados para la guerra química durante la llamada Guerra del Golfo (primera invasión de Irak, años noventa).
 

lunes, 12 de agosto de 2013

Gibraltar español no merece un pedo



Una de las mañas más odiosas de todo gobierno de derechas acosado por los acontecimientos es echar mano del patriotismo.
 
El patriotismo. Ya saben, esa mierda que el doctor Johnson calificó como "el último refugio de los canallas". Cada vez que tienen dificultades con la realidad los gobiernos de derechas sacan a pasear el fantasmón repugnante ("Gibraltar, Gibraltar, avanzada del pueblo españooool", nos hacían cantar los curas de mi colegio mientras se izaba la enseña patria franquista), al que según nos cuenta la Historia a poco que se les vaya la mano acaban alimentando con sangre de las clases trabajadoras (porque sus hijos naturalmente eluden ese y otros sacrificios, como el pagar impuestos por ejemplo, con la mayor de las desenvolturas).
 
Hace poco más de un año García Margallo, el majadero que sufrimos como ministro de Asuntos Exteriores del Reino de España, se presentó en su primer Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE). Cuando se le acercó su homólogo británico para saludarle el botarate español le espetó en sonoro castellano: "¡Gibraltar español!", mientras sonreía satisfecho mirando a la cámara de Televisión Española que filmaba el incidente ante el pasmo del inglés, incapaz de comprender al parecer que un imbécil semejante pueda sentarse en un Consejo de Ministros. En España es posible eso y mucho más, como sabemos. 
 
En España la excitación ruin del patriotismo es un comportamiento muy antiguo, documentado en las hemerotecas desde al menos el siglo XIX. Cada vez que la derecha hispana le ve las orejas al lobo por la razón que sea, se pone como loca a azuzar los más bajos instintos de la tribu y a sacudir enérgicamente en manifestaciones perfectamente orquestadas el trapo de colores por el que dicen hay que morir (los demás, no ellos). Es así que ante el derrumbe económico y social que vive el país han decidido sacar a pasear una vez más a "Gibraltar español", ese monstruo casero al que engordan desde hace nada menos que tres siglos.
 
Lamentablemente y una vez más, buena parte de la prensa y casi toda la oposición han entrado al trapo a pesar de verse el truco de lejos. El caso es que estos días hasta algunos sesudos izquierdistas se sienten concernidos por el anticolonialismo, la autodeterminación y demás cojudeces aplicadas a la Roca que un día un Gobierno español cedió a los ingleses, tras una guerra tan lejana que da risa pensar en que a estas alturas andemos aún a vueltas con sus consecuencias. Entre paréntesis, resulta curioso por otra parte que nadie recuerde el que solo 70 años antes de la denostada Paz de Utrech, España cedió a Francia en la Paz de los Pirineos el Rosselló y la Cerdanya, casi un tercio de la Catalunya de entonces; curioso, el olvido patriótico. Por no hablar de situaciones coloniales actuales como las que viven las ciudades de Ceuta y Melilla o el puñado de peñascos "bajo soberanía española" situados literalmente a unas decenas de metros de la costa marroquí, caso del islote Perejil, "reconquistado" por Aznar con Trillo de ministro de Defensa, en aquella Cruzada de vía estrecha que estuvo a punto de costarnos un serio disgusto con los árabes.
 
Solo faltaría que ahora comenzara un conflicto con el Reino Unido solo porque el Gobierno Rajoy necesita desesperadamente distraer la atención pública de los problemas internos de España. Evidentemente la sangre no llegará al río, entre otras razones porque los británicos van a seguir contando con el apoyo de la UE y EEUU y la neutralidad de la ONU, ya que la Españita del PP no pinta nada en el concierto internacional. Pero el Gobierno español sí se arriesga a represalias en áreas de influencia británica, y a excitar el celo patriótico de otro que tal parece: el Marruecos de Mohamed VI a propósito de las colonias españolas norteafricanas.
 
Gibraltar por lo demás es un paraíso fiscal muy apreciado por la derecha económica española como lugar donde evadir y blanquear capitales (en Gibraltar hay domiciliadas más sociedades españolas que habitantes tiene la colonia). Es asimismo pieza clave en el tráfico de drogas internacional a gran escala, por su ubicación privilegiada como nodo de intersección de las rutas latinoamericana y africana hacia Europa. Y es en fin, aún hoy, una potencial tajadera militar entre el Mediterráneo y el Atlántico, que en un momento dado puede cerrarse y aislar por mar a los países ribereños del viejo Mare Nostrum, sobre todo a los árabes de la orilla sur. También, y no es un detalle menor, Gibraltar es el penúltimo florón en la deslucida y caduca corona imperial británica, que no puede permitirse renunciar a él so pena de quedar reducida a casi nada.   
 
En definitiva, el músculo patriótico que anda exhibiendo el Gobierno Rajoy estos días está condenado a quedar en pura fanfarronada al viejo y conocido estilo franquista, y como él, a carecer de eficacia posible alguna. Pura gesticulación para los telediarios.
 
Eso sí, algunos tontainas picarán con el ¡Jibraltá epañó!, pero esa clase de gente hace tiempo que está descontada del censo de los primates evolucionados.
 

viernes, 9 de agosto de 2013

En Catalunya y en España sí hay hambre




El Síndic de Greuges de Catalunya, cargo equivalente al Defensor del Pueblo de esta Comunidad, acaba de hacer público un informe según el cual tenemos aquí 50.000 niños malnutridos. De ellos unos 750 presentan síntomas de desnutrición. Otro dato aportado por esta isntitución es que casi el 30% de los niños catalanes se hallan en situación de riesgo de pobreza; alrededor de 350.000 niños están en el borde mismo del precipicio, lo que presagia un incremento notable de esas cifras para dentro de poco.
 
Son cifras horrorosas por más que el propio Síndic, Rafael Ribó, se apresurara a matizar que "Los niños en Catalunya no pasan hambre". La Generalitat ha saltado inmediatamente para insistir en ese mensaje: "En Catalunya nadie pasa hambre". Pues qué suerte tenemos.
 
Ocurre que esta gente se entera poco de lo que pasa. Ya hace algunos meses les hablé aquí de "Nou Barris cabrejada diu prou!" (Nou Barris cabreada dice basta!), una plataforma que agrupa al movimiento asociativo de ese distrito barcelonés surgida precisamente a raíz de la constatación de que la única comida en condiciones que hacían muchos niños de barrios periféricos es la que les daban en el colegio, y de que la masiva retirada de becas escolares de comedor en la zona ha dejado a esos críos en riesgo de inanición.  
 
Pero tranquilos: esos niños no pasan hambre, "solo" están malnutridos. Es una manera de mirarlo, claro, aunque parece buscar intencionadamente la confusión entre quien no tiene para comer y quien se alimenta mal, que son dos cosas realmente muy distintas.
 
Algunos tontuelos han echado enseguida las campanas al vuelo: los catalanes pasan hambre. Gran y satisfactoria noticia, ya ven, aunque nadie debería alegrarse de la desgracia ajena sobre todo cuando la viga en el ojo propio le puede acabar saliendo a uno por el occipital. Y es que la pobreza empieza a ser una realidad tangible en todo España, y parece obvio que hay Comunidades donde esa realidad tiene todos los números para manifestarse de un modo radicalmente más severo que en Catalunya. Otra cosa es los poderes públicos y la opinión publicada intenten ocultarla. Pero dejemos esas aguas ponzoñosas del catetismo carpetovetónico, y volvamos al tema que nos ocupa.
 
¿Dé donde viene todo esto? Digo, la malnutrición infantil, el crecimiento insospechado de la "exclusión social", la pobreza como fantasma que llama a las puertas no ya de las clases trabajadoras (pobres otra vez como en la larga postguerra española) sino de unas clases medias que hace tres o cuatro años cambiaban de piso cada cinco años, de coche cada dos y de lugar exótico de vacaciones cada verano. ¿De dónde ha surgido el monstruo que nos devora? Pues naturalmente de la destrucción y precarización del empleo en primer lugar, que ha dejado a cientos de miles de familias no  ya sin los ingresos a los que estaban acostumbrados, sino sin siquiera los mínimos para subsistir en una sociedad en la que el abismo entre precios y salarios no cesa de crecer mientras se hunde el consumo incluso de artículos necesarios para la subsistencia. Y desde luego, de la destrucción de la cobertura que el Estado del bienestar prestaba a los ciudadanos haciendo accesibles para todos la sanidad, la educación, las pensiones, la asistencia social... Hace 30 años fue posible una reconversión industrial en España que cambió el modelo productivo existente porque jubilaciones anticipadas y desempleo corrían por cuenta de un Estado socialdemócrata y saneado; hoy, los que son arrojados al paro a millones son condenados a la desesperación y el hambre como horizonte único e inmediato para ellos y sus familias. Esta es la realidad española.
 
Y si esto pasa con la población autóctona ¿se imaginan lo que está ocurriendo ya, aquí y ahora, en toda España me refiero, con los inmigrantes que se han quedado colgados de la brocha? Muchos de ellos lo han perdido todo: trabajo, vivienda, ahorros... a poco de haber reagrupado a sus familias en este país. ¿Y ahora, qué? No sé si recuerdan aquellos tiempos no tan lejanos cuando don Mariano Rajoy propugnaba el retorno de los inmigrantes a sus países de origen con billete de avión pagado, o cuando denunciaba el "efecto llamada" que medidas del Gobierno Zapatero como la legalización de trabajadores extranjeros y su inclusión en la Seguridad Social y el sistema de pensiones supuestamente tenían... ¿qué tiempos aquellos, verdad?
 
Al "efecto llamada" del Gobierno Rajoy ya solo acuden delincuentes: mafias rusas, chinas y otras por el estilo, que se establecen en este país como en un paraíso del blanqueo de cualquier dinero manchado de sangre y de mierda, dispuestos a comprar ladrillo construido o por levantar (nótese el severo rebrote de los incendios veraniegos selectivos en terrenos de interés: Serra de Tramontana en Mallorca, áreas de naturaleza cercanas a Madrid, etc) Recuerden que uno de los proyectos acariciados por el actual Gobierno español desde hace tiempo es facilitar el permiso de residencia a ciudadanos rusos que compren inmuebles en España.
 
¿Será ése el remedio contra el hambre que nos acecha? Quizá, pero antes de malvender el país así valdría más morir todos, ellos los primeros, de malnutrición o de lo que fuese. 
 

martes, 6 de agosto de 2013

España es un tango muy triste



1. Campeones en corrupción y podredumbre

Regresa uno al país después de unas cortas vacaciones, y lo encuentra mucho peor de como lo dejó, y mira que era difícil que pudiera empeorar.

Ahí tienen ustedes al corrupto Rajoy negándolo todo aunque le hayan cogido con las manos en la masa –esos impagables mensajes telefónicos suyos de apoyo y ánimo a su “amiguito del alma” y pagador en negro, Luis Bárcenas-; pues no pasa nada, y “fin de la cita”. Rajoy, un payaso que ni siquiera sabe leer correctamente el texto que le escriben. Tuve ocasión por cierto de ver el efecto surtido en varios canales televisivos argentinos y también en gente común, y comprobar como todos se tronchaban de risa ante la torpeza del majadero que preside el (des)Gobierno español.

Otra noticia de portada sobre España, ésta en la televisión oficial chilena, fue esos días el traspaso del jugador de moda en Chile desde el Colo Colo, primer equipo del país al… Mirandés. En España no hay dinero para los dependientes, pero un club de Segunda B arruinado por las deudas puede fichar impunemente al jugador estrella del fútbol chileno.

No es una operación aislada. Unos días antes los medios brasileños reforzaban lo sabido –que el fútbol español es una gigantesca lavadora de dinero negro y evasión de capitales- con otra noticia de similar fuste: según el club Santos de Brasil, de los 57 millones de euros que supuestamente ha percibido por el traspaso del jugador Neymar al FC Barcelona, en realidad entre ellos y una empresa intermediaria solo han percibido 17 millones, ignorando dónde han ido a parar los 40 millones de euros restantes. ¿Lo explicarán el FC Barcelona, La Liga de Fútbol Profesional, el Consejo Superior de Deportes, el Fiscal Anticorrupción, la Agencia Tributaria, el Gobierno español? Seguro que no.

Luego aparece ese asunto indecente a más no poder cual es el indulto concedido en Marruecos a un tipo supuestamente llamado Daniel Galván, de quien El País decía en sus primeras informaciones, que generalmente son las más interesantes por ser las reales, que se trata de un general iraquí que colaboró con los servicios secretos norteamericanos para liquidar desde dentro el régimen de Saddam Hussein. Al tipo se le proporcionó una identidad española, convirtiéndole en profesor de la Universidad de Murcia, lugar donde según el diario madrileño nadie le conoce. Y es que como en otros casos, los EEUU obligan a los servicios secretos vasallos, como el español, a hacerse cargo de agentes a los que dan nueva identidad, repartiendo cargas entre sus presuntos aliados con el mismo descaro con el que hace unos años obligaron a diversos países europeos entre ellos España, a quedarse con presos liberados de Guantánamo.

El caso es que el agente protegido por los servicios norteamericanos y españoles fue condenado en Marruecos a 30 años de cárcel por pederastia, y que apenas cumplidos dos le llegó un real indulto tras la visita del rey de España a Marruecos, estancia durante la cual el monarca español pidió a su homólogo marroquí la libertad del tal Galván, disfrazada la maniobra al incluirle en una lista con otros 40 presos españoles. Los indultos fueron concedidos. Nadie contaba sin embargo, con la reacción de la calle marroquí –probablemente inducida por los islamistas-, así que, en un gesto sin precedentes, el sátrapa de Rabat se ha visto en la necesidad de revocar el indulto concedido. Mientras, el Gobierno español y los medios a su servicio disparaban una catarata de mentiras según su costumbre, con las que intentar disimular su responsabilidad en esta farsa de encubrimiento. Demasiado tarde.

Ahora ya solo falta el análisis del experto antiterrorista de guardia. Por cierto, lleva una temporada bastante callado, el pobre; más le vale.


2. La Guardia Civil vigila

Llego al aeropuerto de El Prat tras un vuelo de 13 horas desde Santiago de Chile más la propina del transfer y puente aéreo Madrid-Barcelona. Después de un día entero de pasar controles de seguridad, ser cacheado a mano y con detector y ver mis pertenencias irradiadas por una colección de escáners, cuando por fin me dirijo a la salida un perspicaz guardia civil deduce mi condición de sospechoso a saber de qué tráficos dado que voy solo, sin afeitar, con la camisa por fuera del pantalón y empujando una maleta-baúl de considerables dimensiones y herméticamente cerrada para más señas (delante de mí han interceptado igualmente a una chica de aspecto aindiado, que viaja sola y que también lleva una maleta grande). A mi lado en cambio pasan centenares de jóvenes suburbiales del centro y norte de Europa, en manadas o en pareja, cocidos en alcohol a esta hora de la mañana (son escasamente las 9h); portan roñosas bolsas de viaje seguramente repletas de pastillas y cocaína con las cuales amenizar sus vacaciones, en este lugar de asueto salvaje para la “white trash” europea en que por decisión oficial se ha convertido España. Nadie les para, ni casi les miran a la cara. Es obvio que a esa gente no se les puede molestar, no sea cosa que se larguen con sus escasos euros a Croacia o a cualquier otro basurero veraniego por el estilo, y se fastidie así la principal y a este paso casi única fuente de ingresos del PIB español.

El guardia civil que me ha parado y que me hace abrir mi maleta habla mucho y rápido, con una cortesía falsa y estudiada. Hace preguntas sin parar, buscando contradicciones; pregunta qué llevo, dónde he estado, cuántas horas dura el vuelo desde Santiago de Chile, si tengo familia allí, si conozco a alguien (pienso después que debí contestarle que qué coño le importa a él si conozco o no a alguien en América o en cualquier otra parte…). Mis respuestas son secas y llevan mala leche, más que nada porque lo que está haciendo este tipo además de molestarme es un paripé inútil que no sirve para nada; lo saben él y sus jefes, por descontado. El verdadero negocio en tráficos ilegales está en otra parte (en los contenedores que llegan a diario al puerto de Barcelona por ejemplo, donde ya se han pringado por cierto bastantes colegas suyos según varios procedimientos judiciales abiertos en los últimos años), y en el menudeo que introducen esos búfalos rubios y coloradotes que pasan cerca de nosotros echándonos ojeadas furtivas, y que luego consumirán hasta no tenerse en pie antes de mear a ríos en nuestras calles cuando salen de las discotecas o lanzarse a la piscina del hotel desde el balcón de su habitación como colofón de eso que llaman vacaciones.

Curiosamente, la inspección finaliza de repente cuando las hábiles manos del guardia civil topan con dos volúmenes de cocina tradicional argentina que me regaló una amiga cordobesa; el policía incluso suelta un “disculpe”, tras indicarme que puedo cerrar la maleta. Se conoce que el hombre debió pensar que un lector de libros, de cocina extranjera para mayor inri, no da el perfil de narcotraficante.

Me marcho perplejo. Ya ven, luego dirán que la cultura no sirve para nada.

En la fotografía que ilustra el post, guardias civiles salen por una ventana del Congreso de los Diputados tras un "brillante servicio" llevado a cabo por la Benemérita institución el 23 de febrero de 1981.